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8.- Lijado de las llantas.

Con papel de lija grueso, procederemos a lijar la superficie de la llanta (yo no lijé los radios, porque era casi imposible, debido a su superficie irregular). Lijé los aros, así como los cantos de las llantas. Existen unos acoples de taladro con múltiples hojitas de lija (ver foto de los materiales utilizados), que pueden servirnos para darle a los cantos de las llantas, sin apenas esfuerzo. Como las llantas en cuestión tienen muchas curvas, es casi imposible utilizar una lijadora orbital o una lijadora delta, pues solo podrías darle con ella, en las zonas planas del aro o de la parte exterior. Yo las lijé a mano, con grano grueso. Todo es cuestión de tiempo y de paciencia. Cuanto más lijéis, más regular y lisa queda la superficie, pues se eliminan las irregularidades, y se igualan y eliminan todas las partes que no son lisas (poros, golpecitos, marcas, manchas, etc.).

Una vez lijada con lija gruesa, hay que darle con lija de grano medio, ya que con este grano iremos dejando más suave todavía la superficie de la llanta. También aquí hay que dedicar tiempo y paciencia. A más tiempo, mejores resultados.

Finalmente, le daremos lija fina, para dejar la llanta más suave que como la teníamos con la lija media. Volvemos a lo mismo, tiempo y paciencia. Hay que dedicarle también su tiempo a lijar con lija de grano fino, ya que cuando más le demos a esta lija, mejores resultados tendremos a la hora de pulirlas.

Productos utilizados:

El número que aparece en las hojas de lija, nos indica la cantidad de granos por superficie. Es decir, una lija de grano 100, indica que tiene 100 granos, mientras que una que indica 400, informa que tiene 400 granos, por lo que a mayor número, el grano será más fino, pues tenemos más granos por superficie. Yo utilicé estas lijas:

Varias hojas de lija de grano 180 (grano grueso).
Varias hojas de lija de grano 360 (grano medio).
Varias hojas de lija de grano 500 (grano fino).

Hay gente que utiliza lijas de grano 1000 o 2000, para dejarlas finas, pero eso va a gustos. Si le das con un grano tan sumamente fino, es posible que tengas que dedicarle menos tiempo al pulido final, pero dándole con un grano tan fino, tu paciencia se agota enseguida, ya que los resultados tardan en verse, pues parece que estemos lijando con un folio, en lugar de una hoja de lija.

Por cierto, no utilicé lija al agua, es decir, no humedecí las lijas para hacer más suave el paso cada vez que lijaba la llanta, porque se forma un barrizal. Si le damos con un poquito de agua, la llanta se queda negra del aluminio que vamos rebajando, y la lija se obtura, pues entre sus granos se forma una pasta producto de la mezcla del agua, los granos de lija que van soltándose, y los granos de aluminio que vamos rebajando. Por eso opté por darle con lija seca (evidentemente probé los efectos de la lija con agua, y vi más inconvenientes que ventajas).

Tiempo estimado dedicado al lijado de cada llanta: 2 horas (40 minutos por cada uno de los tres tipos de lija).



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